¿Cuánto pesa tu caballo? ¿Está demasiado flaco o demasiado gordo? Aunque la respuesta normalmente salta a la vista (al ojo del amo, engorda el caballo), eventualmente te harás estas preguntas para determinar la cantidad de alimento, si tienes que cambiar la rutina de ejercicios o para suministrar algún medicamento.
Evidentemente, la forma más exacta de conocer el peso de un caballo es con una báscula. Sin embargo, a menos que estemos en un criadero en el que sea necesario llevar un control sobre el peso de los potros y las yeguas gestantes, normalmente tendremos que ingeniar otra forma de averiguarlo. Afortunadamente, ese trabajo ya ha sido hecho por algunos grupos de investigación, quienes han encontrado una ecuación que da una idea muy aproximada.
Primero que nada, hay que medir el perímetro torácico. Tomaremos esta medida al nivel de la novena costilla (justo detrás de la cruz); y la expresaremos en metros, con dos decimales.
La fórmula es la siguiente:
Peso en Kilogramos = Perímetro torácico x Perímetro torácico x Perímetro torácico x 80
Hay otra que incluye el largo del cuerpo. Esto es importante, en especial porque el peso de un caballo de cuerpo largo puede ser subestimado por el primer método que presentamos.
El largo se medirá de la punta de la espalda a la punta de la nalga. La fórmula para sacar el peso en kilos es:
Peso= ((Perímetro torácico) x (Perímetro torácico) x (Largo del cuerpo))/11,990
El perímetro torácico y el largo del cuerpo deben estar medidos en cms.
Pero determinar el peso es sólo una parte del problema, ya que esto no indica si está demasiado gordo, demasiado flaco o en buena condición respecto a tejido adiposo. La condición ideal normalmente se determina si al caballo no se le ven las costillas, pero se le pueden sentir pasando un dedo sobre la piel.
Adicionalmente, un caballo en buena condición presentará un pelaje brillante, ojos atentos y actitud alerta.
Con estos datos, podemos consultar a nuestro veterinario para que nos ayude a formular un plan de trabajo o una dieta para que nuestro caballo esté en buena forma.
Por último, quisiera compartir una anécdota que me contaron:
El dueño de un caballo muy flaco, le preguntó a un experto cómo le podía hacer para que su caballo subiera de peso.
“Muy fácil”, le contestó. “Vas a tomar todo el forraje que quede después de que tu caballo haya comido y se lo frotas en el lomo”.
El dueño contestó “¡Pero si no queda nada!”.
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