Bernardín García
Hace unos días balearon al futbolista Salvador Cabañas, icono del Club América, hecho que ha desatado inconformidad, indignación desolación y tristeza, tanto en familiares del paraguayo, como en toda la comunidad del fútbol y la sociedad mexicana.
Lo único bueno a todo esto es que miles de personas se vieron unidas con un mismo sentir, la recuperación del jugador. Es un acontecimiento que rebasó fronteras, que unió a aficionados paraguayos, mexicanos y de todo el mundo, que sin importar el color de la playera que defendía el sudamericano, ni los que llevan los amantes de un club; se unieron en plegarias. Además la sociedad mexicana alzó la voz, pidiendo a gritos que sucesos como estos deben ser exterminados, además de que se exige justicia ante estos hechos. Señores gobernantes no hagan que un pueblo se levante y lo haga con sus propias manos.
Hoy el fútbol se ha visto ensuciado por un desadaptado mental, pero ¿cuántos más no han existido?... Varios han quedado impugnes, ni siquiera se mencionan; a veces porque no es un ídolo como Cabañas y se es un ciudadano cualquiera. Lástima porque no se hace nada y siguen llegando al poder personas sin capacidad de gobernar como el diputadito y exdelegado Leonel Luna, o el actual delegado de Álvaro Obregón, Eduardo Santillán; que con un pretexto tonto e ilógico quieren comprar al pueblo, diciendo una sarta de estupideces, vendiéndole historias mediocres e incrédulas a la gente. Sencillamente inaceptable, no es posible que no regularicen los centros nocturnos y que se den acontecimientos como en el Bar Bar, en donde aún hay muchas especulaciones, pero muchas veces en los llamados antros se maneja de todo, desde drogas hasta prostitución, o en el mejor de los casos una bola de meseros rateros que abusan de los clientes como en el Club Voga, ubicado en Maximino Ávila, en la colonia Nápoles, o Papa Bills de Insurgentes; podríamos seguir con una lista muy larga por mencionar lugares, pero lo importante es que nosotros pongamos un alto y exijamos seguridad, no solo en los antros, sino en México y que los gobernantes nos cumplan. La desafortunada situación de Salvador Cabañas destapo muchas irregularidades; hoy no queda más que pedir por el jugador de las águilas, y que el balón siga rodando pero sin antes pedirle a todos ustedes que si han visto a los presuntos agresores, denúncielos, son conocidos como “José Jorge Balderas el JJ”, o Jorge Díaz Treviño según Silvia Irabién, la “La Chiva”; al otro agresor se le conoce como “El Paco” o “El Contador.
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