lunes, 12 de octubre de 2009

CRITICA DEL DEPORTE

Bernardín García

LA REVENTA IMPUNE

La semana pasada ha sido un festín para los rateros que se ubican a los alrededores del Coloso de Santa Úrsula, así es, desafortunadamente, cada vez que juega la Selección Mexicana, o hay un partido importante del equipo América, quien normalmente juega como local en el estadio Azteca; su periferia se llena de gangsters, de una mafia que está cien por ciento coludida. Es vergonzoso ver que uno de los estadios más hermosos del mundo tenga que estar rodeado por tanta corrupción.

Así sucedió toda la semana, y todos los días desde que salieron a la venta los boletos para el encuentro de México en contra de El Salvador, de Estados Unidos, Costa Rica, Honduras y todos los partidos que detrás de estos a usted le puedan llegar a la memoria.

De por sí a veces es difícil conseguir un boleto para un encuentro y más para los de la selección por la pasión que levanta; sin embargo, se dice que desde hace muchos años atrás, todo radica desde del Azteca, es decir, la persona encargada de la gerencia de taquilla por parte del estadio está coludida con los mafiosos, los famosos revendedores, a quienes les aparta un tiraje de cientos de boletos para vendérselos a un precio accesible, obviamente, el gerente se lleva su comisión de la venta. Ahora bien ya que los mafiosos tienen en su poder el boletaje, salen a las calles a venderlos a precios fuera de lo común, con decirle que triplican el costo, tan solo para que usted se de una idea, los boletos para plateas cuestan hasta $2,500 pesos, los de entrada general, cuando su precio normal es de $150 pesos, llegan a costar hasta $600 pesos, (es más, los malandrines ya hasta ofrecen zonas privadas, áreas V.I.P. ¿cuándo se iba a ver eso verdad?). En fin, lo peor y más grave del asunto, es que la policía está más coludida que el mismo Marcelo Ebrard y López Obrador, pues ya que se hizo la venta de varios miles de pesos, llega la hora de repartir el dinero a la policía, para que no se los lleve, pero eso sí hacen y simulan operativos alrededor del coloso y no detienen a nadie, aunque Luis Rosales Gamboa, Jefe del Estado Mayor Policial de la S.S.P. D. F., quien tiene el cinismo de salir ante los medios de comunicación a decir que no participan en la reventa, da la vuelta a las preguntas al cuando se les cuestiona si ellos son parte de esta mafia, con lo cual hace pensar que si están dentro, y todavía complementa diciendo que tienen detenidos, cuando no se vio a ningún deteniendo y o que subieran a la patrulla a algún individuo, es mas déjeme suponer, puede ser que lo subieron, hicieron la finta que lo llevaban y como es costumbre, nuestro heroico cuerpo policial de la Ciudad de México, quien no es corrupto; calles adelante, no sabemos ¿por qué?, pero se detiene el auto y baja al detenido y lo dejan ir muy campante. ¿será que se equivocaron los respetables policias?...

Pero bueno para no seguir especulando sobre los si subieron a algiien o no a la patrulla, lo que si está en la ley y que nos compete es que el gobierno delegacional, la policia y las dependencias correspondientes deben terminar de raíz con este tipo de artimañas; además la sociedad debe apoyar y no contribuir a que siga generandose la mafia y ¿cómo?, sencillo no comprando boletos , sino es en taquilla o lugares establecidos, además denunciar a los que están infligiendo en este tipo de delito porque es un abuzo al bolsillo del espectador y al espectáculo por ende. En lo que respecta a las autoridades, deberían hacer una investigación y si hay responsables, cortar cabezas y también cambiar las multas, porque parce que para los infractores que sorprenden en fragancia no significa nada entre los $1,150 pesos y $1,600 que debe pagar. Mucho menos les da miedo, caer en el Centro de Sanciones Administrativas, osea el famoso “Torito”.

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